Prognatismo mandibular, ¿qué es y cómo se corrige?

Prognatismo mandibular, ¿qué es y cómo se corrige?

Prognatismo mandibular, ¿qué es y cómo se corrige?

Prognatismo mandibular, ¿qué es y cómo se corrige?

El prognatismo mandibular se trata de la prominencia de la mandíbula inferior, lo que en algunos casos puede ser parte de una característica facial. Sin embargo, ¿Qué ocurre cuando se generan problemas de oclusión o de mordida?

En estos casos, es posible que se haya generado un desarrollo desproporcionado de la mandíbula inferior. Esto hace necesaria la evaluación de un cirujano oral que evalúe el grado del exceso de mentón. Así podrá recomendar las soluciones a este problema maxilofacial.

¿Qué es el prognatismo mandibular?

Se trata de un desplazamiento hacia delante de la mandíbula inferior en relación al maxilar superior. Esto en la nomenclatura médica se verifica cuando el rostro muestra una marcada asimetría.

Este problema de oclusión afecta a un porcentaje de la población comprendido entre el 1 y el 3%. En algunas ocasiones, supone la intervención de un cirujano oral que corrija esta anomalía. El mayor inconveniente de esta afección no es el tema estético. Es que la mandíbula adquiere una posición adelantada que causa problemas para cerrar de manera correcta la boca.

Además, hay personas que pueden experimentar dificultades para hablar, morder o masticar. Incluso, en algunas ocasiones sienten un dolor crónico en la articulación de la mandíbula. Igualmente, una persona con prognatismo puede sufrir problemas psicológicos por el aspecto anormal del rostro, sobre todo, durante la adolescencia o la juventud.

Causas del prognatismo mandibular

Existen cuatro factores diferenciados que podemos asociar al prognatismo mandibular:

  • Factor genético: Se refiere cuando existen antecedentes familiares de este problema maxilofacial. Es decir, hay distintos integrantes de la familia con el mentón prominente. Esto se puede evidenciar en la Casa de los Austrias españoles, ya que es ejemplo histórico de prognatismo hereditario.
  • Pérdida temprana de los molares temporales: Cuando las piezas dentales de leche se han caído antes de lo normal se originan problemas mandibulares que no se corrigen por sí solos. El niño puede terminar con un prognatismo mandibular.
  • Problemas en la hipófisis: El Síndrome de Crouzon, el gigantismo o la acromegalia pueden generar estos problemas en la mandíbula. Estas afecciones son consecuencia de una producción excesiva de la hormona del crecimiento. Esto genera en muchos casos el prognatismo mandibular.
  • Respiración bucal: En este caso se trata de colocaciones indebidas de la lengua dentro de la arcada.

Cómo se corrige el prognatismo mandibular

Cuando se trata de corregir este problema de prognatismo mandibular se recomienda realizar una cirugía ortonágtica. Se trata de un tipo de cirugía maxilofacial que se combina con la ortodoncia. Es una intervención en la cual el cirujano fractura la mandíbula (osteotomía mandibular) del paciente y la coloca hacia atrás. Para ello, hace uso de placas y unos tornillos que se integran en el hueso.

Para hacer este procedimiento, el cirujano aplica anestesia general y solo requiere de una noche de hospitalización. Además, la cicatriz es invisible, porque se realiza mediante incisiones dentro de la boca. Incluso en un mes los pacientes están totalmente recuperados.

¿Qué ocurre en el caso de los niños?

También se puede corregir el prognatismo mandibular durante la niñez y la adolescencia. Por ejemplo, podemos usar una mentonera o expansores que promueven el avance del maxilar superior. También podemos optar por máscaras de ortodoncia que ralentizan el crecimiento de la mandíbula.

Después de aplicar estos procedimientos, en algunos casos se evaluará un tratamiento de ortodoncia para que los huesos logren la posición adecuada. De este modo, se culminará la corrección de las malas posiciones dentarias que se hayan generado después de estos tratamientos.

En el caso de la cirugía no es recomendable hasta que finalice la etapa de crecimiento, en torno a los 18 o 20 años.